martes, 31 de mayo de 2011



Esa sensación de no poder evitar sonreír cada vez que escucho tu voz, o la de reírme hasta cuando te odio más que a nadie. Contigo he descubierto lo que significa querer que te abracen y que no te suelten nunca, o desear cada noche poder darte un beso para pedirte que sueñes conmigo y cada mañana escuchar un buenos días. Tú me has enseñado a quererte, me has alegrado los peores momentos y lo mejor de todo, tú me has hecho ver lo que es quererme de verdad. Gracias Ángel, por quererme así cada día.                           

2 comentarios: